NUESTRA FAMILIA
Un proyecto de Vida
Yoanna y María somos las dos hijas de Máximo Abete. Nosotras dos, junto con Juanma, el marido de Yoanna, somos la segunda generación de este proyecto familiar.
Crecimos entre garrafones de vino y repartos en la furgoneta. Siempre con el olor a vino de fondo ya que, poco después de nacer nosotras, nuestro padre Máximo y nuestra madre Blanca habían abierto una tienda de vinos en la bajera de casa.
Para tristeza del abuelo Anselmo, Blanca no quería saber nada de viñas. Pero la ilusión de Máximo se abrió camino y consiguió recuperar las viñas de la Sierra de Guerinda en las tierras que habían sido de la familia. No fue un camino fácil.
Compartimos con él la ilusión de su primer vino, "Guerinda Crianza". Aprendimos a respetar la tierra y a escuchar a nuestras cepas. Y comprendimos que esa manera sencilla de elaborar sus vinos era, y sigue siendo, la más honesta con nuestro origen.

En aquellos años, fue nadar totalmente a contracorriente.
Pero Máximo estaba convencido del gran potencial de esta zona de viñedos aislados de montaña.
VITICULTURA TRADICIONAL
Somos artesanos de la viña y el vino
Desde el año 2010 que estamos al frente del proyecto, hemos continuado con el mismo objetivo que nuestro padre: mantener y recuperar la viticultura tradicional de las zonas montañosas abandonadas de nuestro pueblo. Además, trabajamos en la búsqueda de nuestra propia identidad, y este camino nos ha llevado a centrarnos en el cultivo de la variedad Garnacha a través de una viticultura orgánica y sostenible.
También nos gusta experimentar, divertirnos y seguir aprendiendo. Por eso hacemos muchos vinos diferentes. Eso sí, cada uno, ha de tener una historia detrás. Y ser auténtico, porque queremos que se muestren tal cual son. Que sepan a de donde vienen. Nos gusta la sencillez y la pureza. Nos gustan los vinos naturales y sin "maquillajes".

Somos imperfectos pero auténticos

Yoanna Abete

María Abete

Juanma Priego